Benjamín Palencia: La estación del Norte, 1918
Óleo sobre lienzo. 160 x 120 cm
Museo de Albacete
Óleo sobre lienzo. 160 x 120 cm
Museo de Albacete
¿SABES QUÉ SOY?
LA ESTACIÓN DEL NORTE Y EL PAISAJISMO URBANO DE BENJAMÍN PALENCIA.
Es conocido cómo fueron los grandes maestros españoles los que inspiraron las obras tempranas de Benjamín Palencia cuando éste frecuentaba, en calidad de copista, el Museo del Prado allá por 1915, año en que realizó Homenaje a Larra, la primera composición que expuso en una muestra colectiva –junto a Cabeza de un mártir, según confesión del artista– organizada en 1917 por Espina Capo, fundador y secretario de la Asociación de Pintores y Escultores de Madrid. Se trataba de un salón de independientes, denominado en un primer momento “Salón Otoñal de Artistas Independientes”, que no llegaría a consolidarse. Sería pues en esta exposición y no en el I Salón de Otoño que vio la luz en 1920, también organizado por Espina Capo, donde Juan Ramón Jiménez tendría la ocasión de ver los primeros trabajos del pintor.
Benjamín tuvo conocimiento de los avances logrados por movimientos pictóricos gestados más allá de nuestras fronteras como el impresionismo que, como tal, no llegó a formar un movimiento español, aunque sí contó con muchos adeptos. En estos años se celebraron en Madrid diversas exposiciones de artistas españoles adscritos al impresionismo francés que Benjamín pudo ver, como la del gallego Germán Taibo o la de Ismael González de la Serna presentada en 1917 en el Ateneo.
El pintor no escapó al influjo de esta corriente pictórica a cuyas motivaciones corresponden una serie de paisajes urbanos realizados en el País Vasco y Madrid durante el año 1918. Uno de estos cuadros recrea el ambiente urbano de la Puerta del Sol, del que Benjamín diría muchos años después “… vendí la Puerta del Sol; está en Holanda, la compró el director de Phillips (…) Eugenio D’Ors dijo que era una de las joyas de la pintura contemporánea…”
Pero donde Benjamín plasmó con magistral belleza los avances conseguidos por los pintores impresionistas reflejando fielmente el dinamismo y el ambiente del lugar, el sentido de la atmósfera, la luz y el color característicos de este movimiento es en La estación del Norte realizada en 1918 y perteneciente a los fondos del Museo de Albacete.
Sobre ella, el autor declararía a Samuel de los Santos “…esta estación no la he expuesto en Madrid, pedí permisos especiales y todo, y ha desaparecido la estación del Norte, y éste es el documento, y el Palacio Real, los humos ¡Como está todo envuelto en su aire madrileño! ¡La luz madrileña! (…) este se sostiene mucho porque está captada la luz, parece que se ha metido ahí…”
Tras su amistad con Juan Ramón Jiménez surgida a raíz del interés mostrado por el poeta en conocer personalmente al autor, hasta entonces desconocido, del lienzo Homenaje a Larra que vio en una exposición colectiva gustándole particularmente, se inició una amistad entre ambos que resultaría muy beneficiosa para Benjamín, quien en 1920 realizaría unos dibujos para ilustrar Fuego y sentimiento, grupo de poemas que Juan Ramón publicaría parcialmente en el nº 2 de su revista Índice.
Esta colaboración entre ambos culminaría con la publicación del libro Niños que incluía 73 dibujos de Benjamín y una bella y emotiva semblanza de Juan Ramón sobre el pintor. Aún volvería a participar Benjamín con ocho sencillos desnudos femeninos en otra aventura editorial de Juan Ramón que tomó forma en la revista Sí, aparecida en 1925, que incluía creaciones de Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Alberti y Francisco Bores.
Ese año quedará señalado por importantes acontecimientos en su vida como pintor, participando en la exposición de Artistas Ibéricos que marcaría una nueva fase en nuestro arte contemporáneo. En octubre viajó por primera vez a París, donde tuvo oportunidad de conocer de primera mano, entre otras, la obra de los impresionistas expuesta en los museos parisinos, detalle que conocemos por una carta que Benjamín envió a Juan Ramón Jiménez el mismo mes de su llegada, haciendo partícipe al poeta de sus opiniones “…pasemos a los impresionistas, de estos los que más me han interesado han sido Renoir, Cézanne, Sisley, éste último es un enorme poeta de la pintura. Renoir es maravilloso de materia y de sensualidad, queda muy francés. Cézanne es todo lo contrario de Renoir, es bronco, más a lo español, pues Velázquez y Greco han influido mucho en él, pinta con una valentía enorme y se puede aprender mucho…”
GRANDES FECHAS.
1918.
-Se incendia en Segovia el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso destruyéndose numerosas obras de arte.
-En Galerías Dalmau de Barcelona, Joan Miró expone sus primeras obras que reciben una dura crítica.
-En marzo se detecta el primer caso de la llamada “gripe española” pandemia mundial con millones de muertos en todo el mundo.
1919.
- Muere Pierre-Auguste Renoir, pintor impresionista francés.
-España ingresa en la Sociedad de Naciones.
1921.
-Juan Ramón Jiménez funda la revista Índice.
1923.
-Golpe de Estado en España. El general Primo de Rivera instaura la primera dictadura del siglo XX en España.
1925.
Se celebra de mayo a junio la exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos donde concurren 45 artistas con más de 500 obras, entre ellos Benjamín Palencia.
CRONOLOGÍA (1918-1925)
Su aparición pública durante 1918 en Madrid acontece con su participación en el IV salón de humoristas que organizó el crítico José Francés, al que acudieron 130 artistas con más de 400 obras. A finales de ese mismo año participó en la XXII exposición del Círculo de BB.AA. En 1920 conoce a Juan Ramón Jiménez con el que colaboraría en diversos proyectos editoriales. Concurre con dos obras al Salón de Otoño de los años 1920,1921 y 1922. Por estas fechas conoce a Alberti, Lorca, Dalí, Cossío y otros ligados a la Residencia de Estudiantes, colaborando hasta 1925 en la Revista de Occidente, España, Horizonte y Ronsel. Su primera exposición individual no llegaría hasta 1928.
AUTOR DEL TEXTO: Pedro José Jaén Sánchez, Licenciado en Geografía e Historia
Publicado en La Tribuna de Albacete, viernes 16 de septiembre de 2011. pág. 13.