En el actual término de la población
de Montealegre del Castillo se encuentran el
Cerro de los Santos y el Llano de la
Consolación, dos de los yacimientos arqueológicos más emblemáticos de la
cultura ibérica, protagonistas desde el último tercio del siglo XIX en multitud
de publicaciones especializadas, algunas
francesas y alemanas, pasando del descrédito a la rehabilitación oficial como
consecuencia de la funesta intervención en estos parajes de un infortunado personaje
que también se haría famoso hasta terminar sus días en un manicomio de
Alicante. Nos referimos a Vicente Amat, relojero de Yecla que también se
dedicaba a la compraventa de antigüedades por la zona, actividad de la que
obtendría un conocimiento de primera mano sobre diversos hallazgos fortuitos que
se habían producido en un cerro cercano a Montealegre, donde los campesinos hallaban
ocasionalmente figuras talladas en piedra y restos de elementos constructivos, lo
que le estimuló a solicitar y conseguir un permiso del propietario del cerro,
el Marqués de Valparaiso para poder cavar en el mismo y verificar la dimensión
de las noticias sobre el lugar.
Monolito en el Cerro de los Santos. Montealegre del Castillo(Albacete) |
Pronto descubre una ingente cantidad de esculturas en piedra
en el mismo terreno donde los lugareños las venían hallando y utilizando como
material de construcción en la realización de diques de contención de las aguas
que discurrían por la cercana cañada de Yecla y en otras construcciones del entorno.
El entusiasmo mostrado por el
relojero tras el hallazgo de las primeras esculturas y su inmediata consulta a
los padres escolapios de Yecla, entre los que se encontraba el padre C.
Lasalde, en busca de una opinión más científica que la suya, que le ayudase a
evaluar la dimensión e importancia de lo encontrado, determinó que se le
retirara la autorización que le permitía seguir expoliando el cerro, lo que no
impidió, como es conocido, que este personaje prosiguiera con su negocio,
introduciendo desde entonces numerosas falsificaciones, unas veces retocando
piezas originales, otras añadiendo signos o falsificándolas completamente, que
pasarían a formar parte de los lotes que continuó vendiendo a diversos museos,
entre ellos el Museo Arqueológico Nacional.
Esculturas del Cerro de los Santos. Sala del Museo de Albacete |
Según el padre Lasalde, el origen del nombre del Cerro de los
Santos lo sitúa en el siglo XIV, como venía recogido en un documento sobre
deslindes de terreno que, al parecer, se hallaba en posesión del Conde de
Montealegre, que era el propietario del terreno y que el escolapio tuvo la
oportunidad de consultar, si bien es verdad que esta denominación del monte
como Cerro de los Santos debe ser mucho más tardía, pues la misma no viene
recogida como tal en las diversas fuentes consultadas como pueden ser las
respuestas a las Relaciones de Felipe II de 1578, o las correspondientes al
Catastro de Ensenada en 1755. Tampoco aparece mencionado como tal en el Atlante
Español de Espinalt (1778) ni tan siquiera en las Relaciones de Tomás López de
1786.
Es posible que el
motivo por el cual no se conociera con la denominación actual se deba a que,
según todas las noticias, el mencionado cerro y sus aledaños estaba poblado de
gran cantidad de árboles, como recoge una de las respuestas del Catastro de
Ensenada: “… hay tierras de matorrales y
monte alto poblado de pinos…” lugar que a partir de 1830 sufriría una
intensa tala, la posterior acción
erosiva del viento y el agua harían que afloraran los restos.
Dama. Cerro de los Santos. Museo de Albacete |
Sin embargo, en estas estas mismas fuentes si se menciona el
otro yacimiento conocido actualmente como Llano de la Consolación, refiriéndose
a éste cuando en las mencionadas Relaciones de Felipe II se afirma sobre
Montealegre que: “…en otra partida
paresçe que ay çierta demostraçion de edificios muy antiguos, y que se han
llamado y llaman las Ferias […] an visto unos edificios que vulgarmente se
llaman villares, que están en la dehesa que tienen declarado, y que an oydo
decir a sus mayores que los dichos villares eran una población que se llamava
Pechin, la cual se había despoblado por ser el lugar muy enfermo…”, o como se
recoge en el Atlante Español de Bernardo Espinalt cuando indica que “…es Pueblo antiquísimo, por haberse
descubierto en el término de la villa, a medio cuarto de legua, al Sur y
Poniente, varios sepulcros, en los que se han encontrado huesos que demuestran
ser de personas agigantadas, por su extraordinaria magnitud; y también se
advierten cimientos de edificios, en los Partidos llamados los Castellares,
Humilladero, Torrecilla y Cercados que son los de la comprehension de dichos
sepulcros, y por su extensión se manifiesta haber allí habido una población
sumamente grande…”
En 1844 se crea la Comisión Central de Monumentos Históricos
y Artísticos, disponiendo la Real Orden de 2 de abril de 1844 en su artículo 1º
que: “Habrá en cada provincia una
Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos compuesta de cinco personas
inteligentes y celosas por la conservación de nuestras antigüedades.“ Sobre
las atribuciones de la misma, el artículo 3º de la citada orden, señala que
deberán “adquirir noticia de todos los
edificios, monumentos y antigüedades que existan en su respectiva provincia y
que merezcan conservarse”
Sátiro itifálico en bronce. Llano de la Consolación. Museo del Louvre. |
El mismo año de su creación la Comisión envió una relación de
preguntas a modo de encuesta, dirigidas a las respectivas alcaldías, y
estructuradas sobre cuatro apartados concretos que hacían mención a la
existencia o no en el lugar de monumentos romanos, de la Edad Media, árabes o
del Renacimiento. La mayor parte no contestó, Montealegre entre ellos, y las
respuestas de los que sí lo hicieron son muy desiguales en extensión o veracidad,
formando parte de los fondos del Museo de Albacete.
Será en 1929 cuando Joaquín Sánchez Jiménez, conservador de
la Comisión Provincial de Monumentos y director del Museo de Albacete,
elaborará otro cuestionario compuesto por doce preguntas con el mismo objetivo
que su precedente, dirigido a las personas que a su juicio mejor podían responder
a las cuestiones que en las mismas se planteaban. Esta vez sí enviaron sus
respuestas la mayor parte de los ayuntamientos, aunque el contenido de las
mismas difiera de unos a otros, custodiándose también dichas respuestas en el
Museo de Albacete. Para terminar estas breves notas sobre dos de los
yacimientos más singulares del municipio, transcribimos a continuación las
respuestas inéditas de Montealegre a este
cuestionario:
1.- ¿Se han encontrado en el término, a cierta
profundidad, huesos y piedras en pedernal con forma de hachas, cuchillos o
puntas de flecha?
En este término, explorando túmulos y haciendo
excavaciones, se han encontrado Urnas Cinerarias, puntos de flechas de piedra,
restos de animales del género Sus y una caverna paleolítica en la que había
restos humanos y entre ellos una calavera muy aplanada y extremadamente larga,
además de maxilares con dentadura completa, muy desgastada, y entre ellas
puntos de flecha trabajados en pedernal, llamando la atención una que tenía
forma de pez.
2.- ¿Se hayan a veces, por esos parajes, de las
llamadas piedras de rayo?
No se conocen
3.- ¿Existen cuevas? Díganse las leyendas que sobre
las mismas se cuenten.
Hay algunas de poca importancia y sin historia.
4.- ¿Se han hallado sepulturas antiguas con o sin
vasijas de barro, armas o instrumentos de metal?
Se han hallado sepulturas antiguas en el Llano de la
Consolación, con restos humanos, y rodeando estos había objetos de metal.
5.- ¿Existen en las inmediaciones pequeñas eminencias
en el terreno de las llamadas morras
en las que se diga que existen tesoros?
Hay morras en el término que aunque no se dice que
haya tesoros son túmulos; los hay en la finca “el Cortijo” y en “la Cueva”, en
esta hay uno llamado “los Castillicos” que por sus dimensiones y su situación
estratégica debió ser el del jefe de la tribu de aquel lugar.
6.- ¿Se tiene noticia que alguna de éstas haya sido
excavada, y que se sacó de ella?
Han sido excavados la llamada “morreta de Media
Barba”, “las Zorreras” y “el Megarón” o “Cegarrón” y en ellos se encuentra lo
que se contesta en la primera.
7.- ¿Existen ruinas de edificaciones antiguas? ¿Qué se
cuenta de ellas?
Hay ruinas en el “Llano de la Consolación” y en el
“Cerro de los Santos”. En el Llano estuvo enclavado el pueblo llamado “Ello” y
en el Cerro el templo “Pale”.
8.- ¿Suelen hallarse monedas, vasijas de barro o
fragmentos de ellas cuando se realizan operaciones agrícolas?
Sí.
9.- ¿Pasa por esa localidad o por su término municipal
algún camino de los que llaman romano?
¿De dónde viene o dónde va?
Pasan por este término la que se llama vía Herada o
Agustana, que va desde Chinchilla a Játiva y la Pretoria que arrancando de la
anterior en el Cerro de los Santos iba a Cartagena.
10.- ¿Se han encontrado piedras con inscripciones,
columnas, estatuas, piedras labradas, etc.?
Las esculturas que se han encontrado en el Llano de la
Consolación y en el Cerro de los Santos, representan figuras juveniles
Pseudo-arcaicas, indumentaria femenil Batestana. Estatuas varoniles de estilo
Pseudo-arcaico, figuras varoniles de bronce, figuras de animales en piedra,
figuras con tendencia clásica y realista, y además piezas de cerámica y
medallones.
11.- ¿Qué iglesias, conventos, ermitas, hay en el
término municipal y cuál es su antigüedad y el mérito que se les asigna?
Existe la Ermita de la Consolación, de la cual se
tienen datos existía en el siglo XVI, a dos kilómetros del pueblo.
12.- ¿Se conserva en ellos cuadros o esculturas que se
consideren de mérito? Fórmese relación de los objetos notables que se hallen en
los mismos, tales como esculturas, cuadros, cruces parroquiales, campanas
antiguas, retablos o altares, atriles, púlpitos, bandejas, cálices, libros,
casullas, capas, etc. Que se consideren de mérito o que se les haya atribuido
por las personas que hayan visitado la localidad.
En esta Ermita hay un cuadro del famoso pintor
Montealegrino Pedro-Orrente que representa a Femeristo sentado después de haber
sido agotado por los Judios.
Fórmese, en fin, relación también de los castillos,
murallas, puentes antiguos o sus ruinas de cuya existencia en esa demarcación
tuviese noticia y de los objetos arqueológicos, históricos y artísticos que se
hallen en poder de particulares.
Existen las ruinas de un Castillo, extramuros de este
pueblo. Se tienen noticias de que Don Julián Zuazo y Palacios, vecino de Madrid
y propietario de las fincas antedichas “el Cortijo” y “la Cueva”, posee objetos
arqueológicos, históricos y artísticos, que conserva en su poder.
Montealegre del Castillo, 24 de Noviembre de 1928. Fdo. Vicente Milla
Pedro José Jaén Sánchez
Licenciado en Geografía
e Historia
Publicado en el libro de fiestas de Montealegre del Castillo. Agosto 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario