La relación de Federico García Lorca
con Albacete, se inició cuando conoció al pintor Benjamín Palencia, en la
década de los años 20 del siglo pasado, unos años antes de la celebración en
Madrid de la exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos en el Palacio de
Exposiciones del Retiro (mayo-junio de 1925), de la que sabemos que firmó su
manifiesto y asistió a la misma, pues participaban varios amigos suyos como
Peinado, Ferrant, Barradas, Dalí y Benjamín, entre otros. Es conocida la
relación de Federico con la familia Dalí, pues en ese mismo año pasó la semana
santa en Cadaqués junto a ellos (Maurer, C. 279).
Unos años antes, Juan Ramón Jiménez
había introducido al pintor Benjamín Palencia en los ambientes literarios que este frecuentaba,
así como en la residencia de estudiantes, donde se sabe que Federico tuvo
habitación desde 1920.
Recordemos que durante 1923, Benjamín
forjaría gran amistad con un grupo de pintores con los que coincidió durante su
asistencia a la Academia Libre de Pintura recién creada por Julio Moisés, entre
los que se encontraba Dalí, íntimo amigo de Federico García Lorca.
Son numerosas las cartas y algunas
postales cruzadas entre ambos, sobre todo durante ese año de 1925 y el
siguiente, comprobando en sus textos la estrecha amistad que les unía. En los
mismos, además de verter alguna opinión personal sobre algún conocido, también
realiza Federico a Benjamín una revelación personal sobre la grave crisis que
estaba atravesando en esos momentos:
... atravieso una de
las crisis más fuertes que he tenido. Mi obra literaria y mi obra sentimental
se me vienen al suelo. No creo en nadie. No me gusta nadie. [...] adiós,
Benjamín. Tus claveles impresionistas lucirán frente a Sierra Nevada... un
abrazo de Federico. (El cuadro que Benjamín Palencia le regaló con unos
claveles continúa en poder de la familia Lorca).
La colaboración entre ambos se retomó
con la creación del teatro universitario de La Barraca, fundado por Lorca con
el respaldo del gobierno de la II República, donde Benjamín tuvo gran
protagonismo, pues además de la creación de los figurines para el auto
sacramental de Calderón “la Vida es Sueño”, puesto en escena por el mencionado
teatro universitario, también fue el creador del cartel anunciador del mismo y
del diseño de su telón, junto a la insignia realizada en fieltro que lucían
todos los monos de trabajo utilizados por los estudiantes durante los montajes
y desmontajes de las obras.
Lorca siempre que tenía ocasión
anunciaba orgullosamente en sus breves discursos a propósito de la presentación
de su teatro universitario en alguno de los pueblos que visitaba: “La
interpretación plástica ha sido realizada por el pintor Benjamín Palencia, uno
de los valores más puros y más firmes de la actual juventud española”.
Participantes e invitados en la representación del auto sacramental «La vida es sueño», de Calderón de la Barca, por la compañía La Barraca, con decorados de Benjamín Palencia en la Universidad Central de Madrid (hoy Complutense). Figuran entre otros: Benjamín Palencia, Federico García Lorca, Rafael López Egóñez y el rector Claudio Sánchez Albornoz. Fotografía anónima. Fundación García Lorca.
La Barraca también estuvo en la provincia de Albacete en una de sus numerosas salidas, llegando desde Játiva a la ciudad de Almansa (2-71933) donde representaron tres entremeses de Miguel de Cervantes. Al parecer no dejó de llover durante la representación, algo que no importó al numeroso público asistente al acto. De la ciudad, además del aplauso de sus moradores, quedó como anécdota de su paso por el lugar un cuarteto compuesto por el secretario del ayuntamiento quien se lo entregó a Federico, a quien le pareció tan gracioso que le puso música de sevillanas.
De
Almansa, llegaron a Albacete, donde actuaron en el Teatro Circo, representando
Fuenteovejuna, acompañados de la Banda Municipal de Música para darle mayor
realce al acto que era gratuito. Con posterioridad, el concejal Eleazar Huerta, propuso y obtuvo
por unanimidad la concesión de 200 pesetas de subvención para la compañía, medida
esta que fue muy criticada en la prensa local (Diario de Albacete, 20-7-1933).
Actas Municipales, 17 julio 1933. Pág. 104
Seguidamente, se dirigieron hacia la población de
Alcaraz, donde actuaron en su Plaza Mayor, donde tampoco se representó el auto
sacramental La vida es sueño, con
decorados y figurines del pintor barrajeño Benjamín Palencia. En esta ciudad,
José S. Serna le realizaría una entrevista a Federico García Lorca que fue
publicada en un diario nacional (El
Heraldo de Madrid, 11-7-1933), en la que entre otras cosas, vertió
opiniones sobre diversos poetas.
Ese
mismo mes le enviaría al poeta la entrevista realizada, contestándole Federico
desde Granada con la siguiente carta que reproducimos.
Carta enviada por Federico García Lorca a José S. Serna, publicada en la revista Feria (1956). (AHPAB).
La relación de Federico García Lorca
con Albacete no termina aquí, siendo mucho más prolongada en el tiempo, pues
gracias a la investigación de Gabriel Pozo Felguera publicada en el Independiente de Granada (11-11-2018),
sabemos de la última relación sentimental mantenida por Federico García Lorca
con el entonces joven albaceteño Juan Ramírez de Lucas, y el papel jugado por
su hermano mayor Otoniel, ambos mantuvieron en secreto esta relación durante su
vida. Lorca y Juan Ramírez de Lucas se conocieron en Madrid, donde un joven
Ramírez de Lucas (17 años), además de estudiar Administración Pública en la
academia Orad, asistía al club de teatro “Anfistora” para formarse en arte
dramático; este club fundado y dirigido por Pura Ucelay (miembro destacado de
La Barraca), quien presentó a estudiante y poeta durante el ensayo en dicho
club de la obra: Peribáñez y el
Comendador de Ocaña. Lorca, además de director artístico y afamado asesor
del club (el nombre Anfistora fue idea suya), era de alguna manera su máximo
exponente, debido entre otros motivos a ser ya un autor consagrado y a la
frecuente cesión de muchos de sus textos.
Junto a los Sonetos del Amor Oscuro, que vieron la luz bastante tiempo después de fallecido Federico, también se publicó
un poema titulado Romance del Rubio de
Albacete, escrito en el reverso de un recibo correspondiente a mayo de 1935
de la academia Orad, donde estudiaba Ramírez de Lucas, siendo este la última
relación sentimental de Lorca y el motivo, con toda probabilidad, de no abandonar
el país el solo cuando aún podía, pues tuvo invitaciones de varias embajadas y así se lo
aconsejaron entre otros, Rafael Alberti y Margarita Xirgú; sin embargo, Lorca
esperaba que su amante consiguiera el permiso paterno imprescindible para poder
viajar juntos a un país extranjero (Ramírez de Lucas tenía entonces 19 años, y
la legislación del momento otorgaba la mayoría de edad a los 21 años), así se
lo dice en la última carta que el poeta le escribió, (18-7-1936), pidiéndole
que convenciera a sus padres y que tuviera calma y no llorara. Esta carta
estaba en poder de Juan Ramírez de Lucas, entre los documentos que conservaba
del poeta, y se hizo pública en el año 2012.
El hermano mayor Otoniel Ramírez de
Lucas, de profesión médico, era el único de los hermanos que conocía esta
relación que aceptó desde el principio. Personaje importante en la sociedad
albacetense, estuvo significado también políticamente, pues llegó a presidir el
partido la Unión Republicana de Albacete (31-7-1936), controlando junto a los
suyos el Diario de Albacete, que terminaría convertido en el órgano de
información y propaganda de este partido.
Desde Madrid, ambos amantes partieron hacia rumbos muy diferentes, mientras Juan Ramírez de Lucas se dirigía hacia la casa de sus padres en Albacete en busca de ese apetecido permiso, Lorca partió hacia Granada en espera de las noticias de Juan, aunque debido al ambiente enrarecido que se respiraba en la ciudad, se refugió en casa de su
amigo el poeta Luis Rosales, cuyos miembros eran todos falangistas importantes,
pensando que allí estaría más protegido, aunque no fue así, pues resultó trasladado de la casa y
asesinado en un lugar indeterminado del camino que une Viznar con Alfacar,
durante la madrugada del 18 de agosto de 1936. La noticia de su asesinato se
propagó entre sus amistades más cercanas y, aunque en Granada dominaban los
sublevados y era muy difícil que las noticias no oficiales pasaran a zona republicana, de alguna manera, los indicios de su muerte llegaron
muy pronto a esta zona vía Guadix, y de ahí pasaron rápidamente a Albacete, donde Otoniel Ramírez
de Lucas fue informado de estos rumores el 29 de agosto de 1936, publicándolos al día
siguiente en la primera página del Diario de Albacete que estaba bajo su
control (30-8-1936), realizando en su portada la siguiente pregunta: ¿Ha sido asesinado
Federico García Lorca? Los rumores publicados procedían del frente cordobés vía
Guadix, y posiblemente tuvo que ver algo en la difusión de la noticia Luis
Rosales, quien tenía grandes relaciones de parentesco en Guadix, y esta era la
única vía de penetración para que la noticia traspasara con rapidez el cerco de la guerra y
llegara a conocerse en Albacete, donde aguardaba Juan Ramírez de Lucas. El
investigador Gabriel Pozo se hace la siguiente pregunta al respecto: ¿dejó
Federico instrucciones explícitas de que se informara a Juan Ramírez de Lucas
en caso de que le sucediera algo?
En cualquier caso, el Diario de
Albacete fue el primero en difundir este rumor que no fue desmentido y que
terminaría por confirmarse.
Diario de Albacete (30-8-1936). Fragmento de la portada.
Albacete también sería la primera
ciudad en poner el nombre de Federico García Lorca a una de sus calles más
céntricas, en concreto a la calle Concepción, así lo acordó la corporación el
19 octubre de 1936, bajo el presidente del Consejo Municipal Virgilio Martínez Gutiérrez,
a instancias del concejal González Blanes, quien propuso que a la calle
Concepción se le denominara a partir de entonces con el nombre del poeta
Federico García Lorca, asesinado por los fascistas en Granada. Además del acta
municipal que recoge el acuerdo, también se publicó en primera página del
Diario de Albacete (20-10-1936).El acuerdo fue adoptado por unanimidad.
Acta del pleno municipal (19-10-1936)
Fragmento.
Diario de Albacete (20-10-1936) Fragmento
de la portada.
Una vez finalizada la contienda, desaparecieron todos los nombres que habían puesto las autoridades para designar algunas calles como la del poeta que hemos mencionado más arriba, y otras muchas que se cambiaron. En cualquier caso, con la nueva construcción del popular barrio de San Antón, donde se edificaron multitud de viviendas que llevaban aparejada la apertura de nuevas calles, se le volvió a poner el nombre de Federico García Lorca a una de sus arterias principales, pero esto sucedió con la llegada de la democracia, así, el 31 de diciembre de 1979 se adoptó el acuerdo de cambiar de nombre, entre otros, el de la calle que hasta entonces se denominó del General Mola, por el nombre de Federico García Lorca.